Las centrales termoeléctricas producen energía eléctrica a partir de la energía química de un combustible fósil, biomasa o residuos urbanos.
Más del 95% de la energía eléctrica generada en estas centrales se produce a partir de combustibles fósiles.
Los más utilizados son el petróleo, el carbón y el gas natural.
Ventajas:
- Su funcionamiento no depende de las condiciones meteorológicas.
- La tecnología en la que se basan está muy desarrollada.
- El transporte de combustibles fósiles a las centrales es fácil y barato.
Inconvenientes:
- Tienen un gran impacto ambiental.
- Emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera.
- Las que utilizan carbón o derivados del petróleo generan SO2 y N2O, muy contaminantes de la atmósfera y causantes de la lluvia ácida.
- Las centrales de carbón generan, además, grandes cantidades de residuos sólidos.
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